Truth... [Nimue] [+18]

Recuerdo del primer mensaje :

De verdad que quería... de verdad que quería ir al internado, bañarme y buscar a Nimue para darle ese beso que quería.

Pero no pude.... Porque de verdad me duele perderla. Me duele... aunque sé que es por su bien. Me duele... aunque sé que es lo mejor.

Y no sé lidiar con lo que siento, esa es la maldita verdad.

Quiero encerrarme en un cuarto oscuro como he hecho antes, con gente entrando, tomándome y yo ni les veo la cara. Pero la verdad es que me da miedo sin Kirishima cuidándome y saber que no haré algo tan loco me hace ver, o creer que aún hay esperanza para mí.

Siento que he tocado fondo desde hace mucho, pero la verdad es que hay cosas peores, me lo vengo demostrando. Regresé al bar, regresé a las calles y me he ocultado de Nimue estos días. Siento que no puedo detenerme... siento que el sexo es rico, pero ya no puedo ocultar con sexo lo que estoy sintiendo porque el dolor sigue ahí.

Esta mañana me dolía todo el cuerpo... Me bañé por tres malditas horas y me sigo sintiendo sucio. Así que voy al manantial.

Me recuesto sobre las rocas cubiertas de algas, vestido y sin transformarme. Cierro los ojos y me concentro en pensar sólo en la sensación del agua contra mi piel.

Pero no puedo poner la mente en blanco... No logré mi propósito al venir aquí y sigo haciendo lo mismo que hacía en Tokyo y eso que ahora no está Kirishima sonsacándome.

Lloro... me asusta en lo que me estoy convirtiendo.

Miro a Nimue... creí que era obvio por qué es lindo esto.

- Porque significa que te importo... lo suficiente como para que te tomes tu tiempo y explores. n_n

Le sonrío de nuevo y observo cada toque, cada caricia. Pero ya fue suficiente de tirarme ahí sin hacer nada. En cuanto se inclina acaricio sus muslos y sus senos.

- Y a ti... ¿qué es lo que te gusta?

Le pregunto porque le parece lindo y sonrió mucho por la respuesta.

-Tienes razón, me importas demasiado... quiero ver tus reacciones, saber que te gusta y saber que no.

Continuo con mis caricias y mis besos, y él me acaricia también, suspiro con cada toque suyo y me pregunta.

-No lo sé, es la primera vez que alguien me toca así >.<'

Sonrío... y la acaricio ahora yo.

- ¿No te tocas sola? Eso podría darme una idea... Aunque...

Acaricio sus ingles y luego entre sus piernas.

- Ahí es como que obvio... ¿no? n_n

Mis labios buscan los suyos.

Pregunta si no me acaricio sola y niego muy sonrojada.

-En realidad... no lo he hecho >.<

Dije apenada, pero no me da tiempo de sentirme más apenada porque me toca entre las piernas, gimo fuerte cuando lo siento.

-Creo... que es... demasiado obvio.

Digo entre jadeos, se siente rico que me toque ahí... Busco sus labios y lo beso con mucha pasión, acaricio su costado con una mano y la otra baja por su pecho hasta llegar a su entrepierna y comenzar a tocarlo.

Me sorprende un poco que Nimue no se haya masturbado jamás... aunque bueno, supongo que las chicas deben ser mucho más recatadas que nosotros.

La acaricio y sí, efectivamente es obvio y efectivamente le gusta. Sonrío.

- Ya veo...

Nos acariciamos y nos tocamos... Me abro paso entre sus piernas y la acaricio justo en su centro de placer. Acaricio todo, intentando recordar esa otra vez y qué le gustaba pero todo le gustó. Eso es bueno porque en realidad estoy nervioso, aunque cada vez menos.

Le digo que no me he tocado, y él me acaricia y me gusta como me toca, suelto varios jadeos y dejo escapar un gemido.

Yo no me quedo atrás y mientras nos besamos muevo mis manos acariciando su pecho, hasta llegar a su entrepierna, comienzo a mover mi mano, lento primero pero luego lo hago más rápido.

Cuando me separo de sus labios, lo miro a los ojos y lamo desde su pecho hacia su cuello, susurro en su oído.

-Me gustas mucho...

Aún tenía un poco de nervio pero me gustaba mucho estar con él, y esto solo era otra de demostrar cariño o así lo veía yo.

Nos besamos, nos acariciamos... Nimue va perdiendo a pasos agigantados ese pudor que solía asustarla tanto y ahora hace cosas más atrevidas sin perder el toque de ternura.

Nimue me dice que le gusto. Beso su cuello y detrás de su oreja y le hablo en voz baja y entrecortada.

- Y tú a mí...

Mis dedos exploran también el secreto entre sus piernas... introduzco muy poco mi dedo índice, con cuidado. Sé cómo hacerlo, tengo años de práctica conmigo mismo.